Papi Edward capítulo 20

Papi Edward capítulo 20:

—Señor, tengo que trabajar — susurró la pelinegra, ahora observando al hombre de ojos celestes como si estuviera a punto de formar un mohín.

Si, trabajar, fue lo primero que cruzó por la mente de Edward al notar eso.

—Oh, si, disculpa por robarte tu tiempo pero sólo quería hacerte un par de preguntas.

Edward gruñó más fuerte al oír aquello e intentó retenerlo antes de que él comenzara a hablar.

—Dean, por fav… —

— ¿Qué crees de los hombres que tienen cachorros? — preguntó el hombre, sin dejar que Edward terminara la frase.

La joven había sido tomada desprevenida y su rostro, de repente, se encontró completamente en blanco.

— ¿Q-qué? — preguntó a Dean casi titubeando.

—Si, ¿qué piensas de los hombres que tienen cachorros? No sé… son tiernos, cariñosos. ¿Qué crees?

La chica lo contempló fijamente, todo rastro de lujuria en sus ojos mieles había desaparecido. Ella lo observaba con una mezcla de desconfianza y escepticismo, mientras que Edward largaba un suspiro cansado ante la estupidez de esa persona que ahora no se atrevía a llamar amigo.

— ¿Esto es una broma? — inquirió la joven, colocando una de sus manos en la cintura.

Edward decidió que aquello era demasiado e intervino.

—Disculpa a mi amigo, él tiene serios problemas mentales y su familia ya no lo quiere en su casa. Tú me entiendes… — comentó Edward con un ápice de lastima en la voz y la joven alzó una ceja.

—Jennifer, Jenny, querida mía,  yo no tengo problemas sólo quiero afirmar mi punto —se defendió Dean sin borrar su sonrisa—. Entonces, qué me dices.